Cuando el corazón lo determina
Cuando
inconscientemente tomamos pensamientos y tiempo para dedicarlo a una persona,
generalmente es a razón de criterios íntegros que se colocan en la prioridad
enteramente personal. Divagar en el sueño del amor y la felicidad al lado de la
persona que ocupa el pensamiento es maravilloso y encamino de clasificarlo como
enamoramiento.
Eres una
mujer que a mi parecer abarcas la dulzura de ideas a favor de una armonía de
vida, conformas el ambiente idóneo para reír y compartir los momentos estelares
del día. De igual forma, solventar mutuamente los malos ratos o las impotencias
del día. Creo en la tranquilidad de espíritu y la soltura de carácter en
función de la belleza u armonía que debe destacarse personalmente.
Ese sueño
visualiza de mi parte un sin número de situaciones importantes e imperiosas por
disfrutar, logar el gozo interior y energizarnos por siempre con el amor e
inevitablemente con las fluctuaciones de la felicidad. Obviamente, describo un
ambiente rosa, y una convivencia que posiblemente es inusual. Pero, no está
establecido por nadie que la vida ha de ser compleja, somos dueños de nuestro
destino, dueños de la complejidad diaria, dueños del laberinto interior. Así
que, solo depende de nosotros consolidar el camino a seguir.
Soy amante de
las buenas acciones, asiduo a la armonía e inclinado a compartir las
diferencias de ideas para lograr conclusiones que nos alimente de tal manera
que fortalezca en nosotros el gusto por ser cada día mejor. Razonablemente
somos imperfectos, dotados de fallas que a saber son indispensable para
conocernos, identificar las reacciones propias de hechos o situaciones que
están y estarán por siempre adelante.
Creo en la
felicidad y el amor, lo he dicho varias veces. Ahora, puedo indicarte que creo
en ti asiduamente; porque lo refiero, simple. Me has enseñado en cada imagen de
tu perfil la generosidad asomada en tu mirad, tu postura o pose me indica la
sencillez de carácter, así como lo principios y valores de vida. El escenario
de cada imagen me revela el encanto de tu corazón, creo que tus ojos son
verdes, no los aprecio con precisión. Verdes o azules reflejan el acercamiento
espontáneo de la naturalidad del alma. Cada fotografía tuya es para mí una
leyenda, eres para mí como un libro abierto; tu encanto solo amerita
sustentarse con el saber de tu andar, el compás del caminar, el olor corporal,
los ademanes naturales e individuales que destacan tu personalidad, tu mirada
específica que indica la vivencia cotidiana. Además, la combinación de tu
vestido que destaca tu altives y lo sublime de personalidad.
Eres bella,
linda, eres ideal para lograr un matrimonio incondicional, saborear lo dulce y
amargo de la relación, pocas palabras; vivir como lo dictamina la divinidad a
favor de perpetuar la raza. Cada foto tuya es una información detallada que
alimenta mi corazón. Significativamente mis deseos es estar a tu lado, amare
mucho y desear por siempre la admiración que debes. Un beso muy afectivo y un
abrazo muy ajustado, muy cariñoso, romántico y lleno de éxtasis. Manuel