Las cámaras de gran formato son conocidas
por multitud de nombres. Son llamadas; bancos ópticos, cámaras de banco, cámaras de placa o cámaras de fuelle entre otros. Estas cámaras son de gran tamaño, más
pesadas que las de formato medio, corresponden según su uso a trabajos de
estudio, paisajista, del tipo arquitectónico. Este tipo de cámara utiliza formatos de
película que van desde las longitudes 9x12 a 20x25 cm. En estos tamaños ya no
existe la posibilidad de una película montada en un chasis a modo de carrete
sino que se utilizan placas que se cargan hoja a hoja. Esta gama requiere películas de gran
formato para conseguir negativos y diapositivas con mayor detalle y nitidez que
las de formato pequeño. Esta generación de equipos fotográficos tiene unas
bases metálicas o de madera con desplazamiento de regulación por el que se
deslizan dos placas metálicas, una en la parte anterior y otra en la parte
posterior unidas por un fuelle.
Las cámaras de banco tienen
multitud de características que las hacen únicas. La principal es la
flexibilidad. Esto significa que los planos donde están el objetivo y donde se
coloca la placa pueden moverse. Esta capacidad de moverse se da gracias al
fuelle que los une y que permite que la cámara siga siendo estanca a pesar del
movimiento. Este desplazamiento consigue que el eje óptico de la cámara no pase
necesariamente por el centro de la imagen o también que ese eje óptico no
incida de forma perpendicular en el plano donde la imagen se forma. Esto supone
diferencias significativas con el resto de cámaras en fotografías de
arquitectura, por ejemplo, donde consigue mejorar notablemente la perspectiva
de los edificios.
Los movimientos de las cámaras de fuelle puede ser de basculación o
descentrado de película y objetivo. Esto suministra control total sobre la
forma de la imagen, la perspectiva y el reparto de la profundidad de campo. La
basculación del objetivo se emplea, generalmente, para enfocar, ya sea el primer
plano o el fondo, sin llegar a cerrar excesivamente el diafragma. El
descentramiento se utiliza para fotografiar una superficie reflectante (un
espejo) sin que el fotógrafo se refleje en ella, entre otras cosas.
El objetivo y el obturador se
encuentran en la placa frontal, mientras que la posterior o respaldo de la
cámara tiene un panel enmarcado de cristal esmerilado donde se sujeta el
soporte para la película. La configuración del cuerpo de este modelo de cámara,
al contrario de las de uso general, es ajustable. Los soportes delanteros y
traseros pueden cambiarse, inclinarse, levantarse, o girar para permitir al
fotógrafo conseguir todas las perspectivas y enfoques deseados.
Algunos perjuicios presentes;
gran tamaño de cámaras y su peso. Además de ello, no son cámaras fáciles de
usar y se requiere un aprendizaje especializado antes de dominar su
funcionamiento. Su singular tamaño no presenta ningún tipo de automatismo y la
película usada tiene que ser cargada hoja a hoja.